Última llamada.
Estamos a sólo unos días de las elecciones presidenciales
donde no sólo está en juego la presidencia de la república, sino la renovación
de la cámara de diputados, senadores, algunas gobernaturas y alcaldías. Una
elección en la que está en juego el rumbo de México y por ende nuestro propio
futuro, en este sentido “el mayor castigo para quienes no se interesan por la
política es que serán gobernados por personas que sí se interesan” (Joseph
Tonynbee).
A la contienda presidencial de 2012 la podemos
esbozar en dos momentos, el primero caracterizado por la falta de
competitividad, acción, cohesión y credibilidad por parte de los candidatos y sus partidos. El segundo
momento marcado por el famoso blackfriday (viernes negro) en la Ibero el 11 de
mayo, un evento que sin duda marcó un antes y un después en la contienda
electoral gracias a la participación activa de los jóvenes universitarios.
Había muchas expectativas con el segundo debate (10
junio) el cual sin duda fue uno de los más vistos en las historia de México, el
raiting nacional fue de 22.6 puntos. Los debates presidenciales siempre
levantan expectativas, ya que el objetivo es obtener y restar puntos mediante
ataques, propuestas y actuaciones. Sin embargo, los debates son para los que
van perdiendo, en este sentido llamó la atención la estrategia de Peña Nieto y
López Obrador ya que ambos se asumieron en el primer lugar, lo que favoreció a
Josefina ya que fue la que estuvo más activa (técnicamente ganó el debate),
lanzó ataques (57%) y también propuestas, se le vio articulada, preparada y con
un claro conocimiento de que se encuentra en el tercer lugar en las encuestas,
por ello la estrategia de atacar. Por su parte Quadri en contraste con el
primer debate, ahora ataco (32%), aunque fue la decepción. De acuerdo al conteo
del Dr. Jesús Meza, académico del Tec de Monterrey, López Obrador fue quien
recibió más ataques 41%, por su parte Peña Nieto recibió 31%, Vázquez Mota 22%
y Quadri 6%.
Los grandes temas ausentes en el debate fueron las
60 mil muertes de la lucha contra el narcotráfico así como el desempleo del
gobierno Calderonista, el pase de charola del equipo de López Obrador, la
preferencia de Televisa hacia Peña Nieto en The Guardian y el movimiento
#YoSoy132. Sin duda había temas para golpear, pero al final no fueron usados ya
que saldrían raspados los punteros.
En estos momentos es necesario tener mucha cautela
respecto a las encuestas, recordemos que éstas además de ser instrumentos
cuantitativos de investigación, también son instrumentos de propaganda. Estamos
a pocos días de la elección, de acuerdo al promedio de encuestas, el puntero
sigue siendo Peña Nieto (hasta el 14 junio), sin embargo, las cosas no están
tan definidas como se pregona.
Es de llamar la atención el papel de López Obrador, si bien tiene
un doble discurso, en esta recta final a afilado su estrategia y al parecer se
va por la vía amorosa, la cual ha sido exitosa en otras campañas
latinoamericanas. Veremos en los próximos días si logra convencer al voto
indeciso y también logra atraer al voto antiPeña. De acuerdo a varias encuestas
aproximadamente el 30% de los electores aún no ha decidido por quién votar. Por
su parte Peña Nieto trata de mantenerse como puntero. De no existir más
ataques, de aquí en adelante lo que veremos en los medios será una batalla de
emociones más que de argumentos. Hoy un voto estratégico sería entre Peña Nieto
y López Obrador.
Es un hecho que las elecciones se ganan en las urnas
con votos, por ello la importancia del famoso Día D, es decir, la movilización terrestre
que hagan los equipos de cada candidato. En este sentido el PRI desde 2009
tiene una estructura territorial muy compleja y efectiva, basta observar que
dicho partido gobierna en 20 de los 31 estados; veremos si López Obrador logró
a lo largo de sus recorridos por la república mexicana armar una estructura eficaz
que concrete resultados.
Hoy a diferencia de 2006, y también de acuerdo a
declaraciones que ha hecho el candidato de las izquierdas, el escenario que se
prevé después de la jornada electoral del 1 de julio es de civilidad, esperemos
los candidatos puedan respetar los resultados, aún cada equipo tiene tiempo de
tomar sus precauciones.
Si bien en una democracia los partidos ganan y
pierden, después de 12 años en el poder un partido, es natural que otro partido
llegue, lo cual beneficia a nuestra incipiente democracia. La participación mediante
el voto es la base de una democracia, ejerzamos nuestro voto este 1 de julio con
conciencia y de manera razonada, lo que está en juego es mucho, no todo se
limita al presidente de la republica, recuerden que quienes nos “representan” son
los diputados y senadores.
“Una nación sin elecciones libres es una nación sin
voz, sin ojos y sin brazos” Octavio Paz, en este sentido contribuyamos a
transformar nuestra cultura política antidemocrática. Estemos pendientes…
(Texto publicado en la revista D´interés)