El sexenio que fue...
La primera crisis política y social que tuvo que
enfrentar Calderón fue la de legitimar su gobierno tras el polémico 0.56% de
diferencia en las elecciones.
El gobierno del presidente Calderón se centró en dos
temas que caracterizarán su administración. El primer tema es el económico donde
pudo manejar y sortear la economía logrando mantener estabilidad, recordemos
las consecuencias que trajo consigo la crisis económica de 2008 catalogada por
muchos economistas como la más fuerte sólo comparada con la del 29. Y el
segundo tema es en materia de salud, la cobertura universal del Seguro Popular.
Hemos acabado uno de los sexenios más sangrientos en
los últimos años, la perdida de miles de vidas serán el sello que marque la
administración Calderonista en el imaginario colectivo. El propio presidente
Calderón se encargó de posicionar el tema de la seguridad como su estandarte de
gobierno, estrategia que no resultó del todo mal si comparamos sus niveles de
aprobación y la cantidad de muertes en el sexenio.
De acuerdo a una encuesta elaborada por Gii360, el
mayor éxito del presidente Calderón es la cobertura del Seguro Popular con
42.16% de las menciones. En contraste, en esta misma encuesta el 32.56% cree
que el combate al narcotráfico es el peor fracaso.
El tema que durante seis años estuvo en la agenda de
los medios fue la guerra contra el crimen organizado, hoy resulta necesario
preguntarnos si tal estrategia valió la pena y si las acciones dieron resultado.
No debe cuestionarse la decisión de combatir al crimen organizado, lo que sí
debe cuestionarse es la estrategia que debe ser implementada para lograr
resultados fehacientes y contundentes.
La pobreza, la migración, la educación y las
telecomunicaciones son sólo algunos de los temas que quedaron olvidados al
final del sexenio.
Uno de los temas centrales de todo gobierno es la
pobreza, entendida como la falta de oportunidades, en este sentido surge una
clase de jóvenes en edad productiva que no estudia y tampoco trabaja, los
llamados NINI. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México ocupa
el tercer lugar de los países de dicha organización con más NINIs, es decir, 8
millones de jóvenes expuestos a terminar en el crimen organizado o en el mejor
de los casos en el comercio informal. Según cifras de la Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo (ENOE) cerca de 14 millones de mexicanos laboran en la informalidad.
Y ni hablar de aquel slogan de campaña del Presidente del Empleo.
Otro de los temas de este sexenio que queda
pendiente es la migración, tanto la migración a Estados Unidos de América como
la de tránsito de centroamericanos por nuestro país. Temas en los cuales ha
habido reformas, pero en los cuales aún falta mucha más colaboración y sobre
todo responsabilidad por parte de autoridades y legisladores. Recordemos que
nuestra segunda fuente de divisas en nuestro país son las remesas.
Siguiendo con los temas espinosos, la educación se
convierte en un tema clave y crucial para el desarrollo de México. El sector
está secuestrado por intereses de unas pocas personas que dirigen las riendas
de sindicatos y del mismo gobierno. Ha habido avances en materia educativa que
no se traducen en mejoras palpables. Como prueba los lamentables resultados de
la prueba PISA. Hoy el tema de la educación no pasa solamente por proporcionar
más recursos económicos, sino por crear nuevos métodos y/o modelos de
aprendizaje. Ojalá pudiéramos mirar lo que se hace en otros países.
De acuerdo a las encuestas de Consulta (50%
aprobación) y Gii360, la imagen de Calderón no es tan negativa como se
pensaría, de hecho se puede decir que el saldo es neutro tras los seis años del
desgaste del gobierno y el combate al crimen organizado. En este sentido, el
INEGI realizó una encuesta sobre bienestar en la cual 8 de cada 10 mexicanos
está satisfecho y/o feliz con su situación. Así los contrastes de México.
Comienza la administración del presidente electo la
cual tiene muchos retos ya que el país así como el contexto internacional no se
vislumbran muy positivos para el próximo año, habrá que esperar y estar atentos
a las primeras señales de la nueva administración Peñista.
La pregunta es, ¿estamos ante una nueva etapa en
México?, sinceramente lo dudo, sin embargo si creo que estamos ante una nueva
oportunidad. Estemos pendientes…
(Texto publicado en la Revista D`interes)