El deterioro de Acción Nacional
Así como el año 2000 fue
un parteaguas en las historia del Partido Acción Nacional (PAN) al llegar a Los
Pinos, el 2012 marco el inicio de su ocaso inminente que de no ser controlado
traerá enormes costos políticos. Las razones de la crisis que vive Acción
Nacional son muchas que obedecen no sólo a un momento y mucho menos a una sola
persona.
Si bien este 2013 no es
un año electoral tan complejo como el año pasado, si hay elecciones que se
celebraran el 7 de julio donde el PAN ira en coalición con el PRD en 8 estados,
en 2 más hará alianzas de facto y en 4 irá solo. Respecto a este tema, vale la pena
observar que de acuerdo a una encuesta elaborada por la consultora Gii360, el
49.34% de los encuestados está en desacuerdo en esas coaliciones con el PRD.
Además de ganar una
elección lo que debe importar de las coaliciones de partidos políticos es que
tengan verdaderamente un proyecto de gobierno en común. Es de suma importancia
que en nuestros políticos exista la responsabilidad así como la madurez política
de respetar los acuerdos a la hora de gobernar, ya que de lo contrario el único
perjudicado es el ciudadano.
Una de las principales
razones por las cuales el PAN recurre a las coaliciones electorales es porque
su reducción de simpatizantes fue notable y permeo sus estructuras, lo que
dificulta su operación y más ahora que no se encuentra en la Presidencia de la
República; una segunda razón es la falta de liderazgos al interior del partido,
hoy no tenemos a un personaje activo que sea referente del panismo en México.
Uno de los ejemplos más
notables que ilustra el auge y el deterioro de Acción Nacional lo podemos ver
con el ex presidente Vicente Fox. Independientemente del desempeño de su
administración, la campaña que protagonizó en 2000 sigue siendo un referente en
el marketing político mexicano. En contraste, el año pasado en la campaña
presidencial el mismo Vicente Fox que llevó al PAN a Los Pinos declaraba su
simpatía por el candidato Peña Nieto (PRI), hoy Presidente de México. Al final
no pudieron expulsarlo del partido por traición como se mencionaba, lo que
sucedió es que el propio Fox no refrendó su militancia.
El
ejemplo más reciente que ilustra la división al interior del partido es la
sustitución de Ernesto Cordero – Calderonista –
como coordinador de la bancada panista en el Senado, sustitución que fue
propiciada por no seguir las “líneas” del partido.
El
PAN trato de imitar al PRI en su forma de gobernar, sin embargo, no pudo
hacerlo, en su intento dejo ir muchas cosas entre ellas su militancia y por
ende dejo de crear estructuras.
Después
de ser la segunda fuerza política en el país, Acción Nacional se traslado a la
tercera fuerza en las elecciones de 2012, donde pierde la presidencia y varios
estados. Hoy se disputa el gobierno de Baja California (referente panista) que
gobierna desde 1989, donde de acuerdo a encuestas publicadas el candidato del
PRI resulta tener ventaja (habrá que esperar si dicha elección no está incluida
en el ya conocido Pacto por México). Lo que sí es palpable hasta el día de hoy es
la división que existe al interior del partido y que sin duda tendrá
repercusiones el 7 de julio, habrá que ver de que tamaño serán.
Si
bien el PAN deja mucho que desear en su forma de gobernar, si podemos decir que
es un partido que su mayor fortaleza desde mi punto de vista se encuentra
siendo oposición. Al final del día, entre más fuerte tengamos nuestro sistema
de partidos en México (no en número) se podrán generar los contrapesos que se
necesitan en la política para tener un mejor país.
En
este contexto las elecciones para renovar la dirigencia del partido serán en
diciembre donde ya se mencionan nombres como Cordero, Vázquez Mota, Romero
Hicks, Larios y los que se sumen. Estemos pendiente…