Dos mujeres a la conquista de Chile
El
próximo 17 de noviembre habrá elecciones presidenciales en Chile, los chilenos
elegirán a quién gobernará dicho país en los próximos cuatro años. De acuerdo a
encuestas publicadas, por primera vez en la historia de aquel país la
presidencia se disputará entre dos mujeres, Michelle Bachelet y Evelyn Matthei.
Chile
es un país que vivió una dictadura con Pinochet (1973-1990), pese a ello
actualmente es el tercer país más democrático de América Latina (Índice de
Desarrollo Democrático 2013) lo cual nos refleja la sociedad activa que
predomina en dicho país sudamericano.
A
pocos días de la elección y de acuerdo a la encuestadora IPSOS, Michelle
Bachelet (izquierda) es la puntera con 36% de la intención de voto, seguida por
Evelyn Matthei (derecha) con 22%. Con una mayor diferencia se encuentran los
candidatos Franco Parisi (16%) y Marco Enríquez Ominami (8%).
En
este contexto y contemplando que en Chile existe la segunda vuelta electoral observamos
que si bien la diferencia entre las punteras es de 14 puntos en la segunda
vuelta (más probable) esta diferencia será reducida dependiendo en gran medida
de qué tanto puedan conseguir los demás candidatos.
Existen
eventos que ponen en desventaja a la candidata Evelyn Matthei como es el apoyo
de su Coalición Alianza ya que no fue la primera opción para abanderarla, es
decir, no era el delfín del presidente Sebastián Piñera, a pesar de formar
parte de su Gabinete como Ministra (Secretaría) del Trabajo.
Por
otro lado, la ex presidenta Michelle Bachelet terminó su administración
(2005-2009) con 84% de aprobación, una de las más altas que se tiene registro
en América Latina, lo cual hasta el día de hoy le ha permitido capitalizarse
electoralmente siendo oposición.
Si
bien el actual presidente, Sebastián Piñera, tuvo una campaña presidencial muy
bien hecha (51.61%), su administración no pudo capitalizar tales cifras y en
2012 llegó a tener 26% de aprobación de los chilenos, actualmente tiene 34% que
sin duda repercuten en el ánimo y decisión de los ciudadanos al emitir su voto.
En
una campaña política cuando el candidato oficial (del partido gobernante) no
tiene el respaldo de una buena imagen del Gobierno, el adversario está en
ventaja. En este caso es claro que Evelyn Matthei está en desventaja frente a
la popularidad de Michelle Bachelet ya que el actual Gobierno ha tenido que
enfrentar sin mucho éxito problemas con estudiantes, agricultores y otros
sectores de la sociedad chilena.
Uno
de los sectores clave en la elección serán los jóvenes quienes no gozan de la simpatía del actual gobierno
debido a las propuestas impopulares acerca del acceso a la educación superior
en aquel país.
Michelle
Bachelet ha cuidado mucho su campaña tratando de hablar lo menos posible o no
asistiendo a debates que no son obligatorios, esto porque tiene que administrar
y controlar su ventaja competitiva así como sus desventajas frente a una Evelyn
Matthei más atractiva físicamente.
A
pesar de que Evelyn Matthei y Michelle Bachelet son contemporáneas y mujeres
conocidas en la política chilena, la imagen de Evelyn resulta más atractiva por
ser más estilizada y por tener una personalidad más extrovertida, sin embargo,
en cuanto al ritmo y lenguaje de los spots de televisión (franja) la campaña de
Bachelet resulta mejor planeada y más cercana al sentir de la sociedad chilena,
construir un nuevo Chile.
Si
bien, nuestra democracia no es tan sana como la chilena, es importante resaltar
que gran parte del éxito chileno es su sociedad, una sociedad cada vez más
activa que se organiza para influir en las decisiones del país.
Cuando
observamos estos procesos electorales en Chile y vemos que dos mujeres luchan
por la presidencia de un país en América Latina es de llamar la atención el
progreso que ha tenido en la región (en unos países más que en otros) el papel
de la mujer en la política, por ello es inevitable hacerse la pregunta: ¿En
México la clase política está preparada para un escenario electoral como el
chileno?.
Al
final del día la clase política es el reflejo de la sociedad. Estemos
pendiente…
(Texto publicado en la Revista D'interés)