Bocanada de oxígeno
El primer año de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto estuvo marcado por las reformas educativa, energética, política, hacendaria, en telecomunicaciones y financiera, sin embargo, ese trabajo político no se vio reflejado en la aprobación del mandatario. Ante este escenario cualquier Gobierno en funciones debe recurrir a maximizar sus acciones.
De acuerdo a la encuesta de Consulta Mitofsky,
Peña Nieto registró una aprobación de 49.7% en diciembre del año pasado, el
nivel más bajo desde que asumió la presidencia. De los últimos presidentes de
México, el que mayor aprobación tuvo a un año de iniciar su mandato fue Salinas
de Gortari (69.2%), en menor medida Fox (59.2%), Calderón (58.9%), Peña Nieto
(49.7%) y Zedillo (43.3%)
Una de las razones por las cuales la
administración Peñista tiene baja aprobación es porque las reformas, que si
bien son importantes hablando en términos estructurales, no se traducen en
acciones palpables para los más de 112 millones de ciudadanos ya que sus resultados
(mediano y largo plazo) no se ven reflejados en el bolsillo ni en la mesa de
los mexicanos.
La reforma educativa fue de las reformas que
más llamarón la atención de la opinión pública (no la única), la cual se
promulgó el 25 de febrero de 2013, y con
ello la detención de la ex líder sindical, Elba Esther Gordillo, un día
después. Al parecer las acciones del Gobierno siempre están acompañadas de
actos que buscan atenuar el impacto en la sociedad mexicana.
Desde hace años, la seguridad como demanda
ciudadana es una constante en los mexicanos, tema que había quedado congelado
en el primer año del Presidente Peña Nieto, si tenemos en cuenta que dicho tema
fue el estandarte que rigió el Gobierno Calderonista.
El clima de inseguridad que prevalece en
nuestro país no dista mucho de la pasada administración, de acuerdo a IMCO
(Instituto Mexicano para la Competitividad) en México hay diez veces más probabilidades
de ser asesinado que en promedio los países de la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Es este sentido, la captura del
narcotraficante más rico del mundo (Forbes), Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue
un acontecimiento que acaparó las primeras planas de los principales diarios internacionales.
Tal fenómeno mediático tendrá un efecto en la aprobación del Presidente, habrá
que ver las próximas encuestas, ya que con la detención de la maestra Elba
Esther Gordillo fueron 6.6 puntos los que subió Peña Nieto (Mitofsky).
La captura de El Chapo se convierte en una
bocanada de oxígeno a la estrategia de seguridad del Gobierno Federal, ya que
ni la administración Foxista (cuando huyo de la cárcel) ni la de Calderonista
pudieron capturarlo. Tal hecho le dará certeza y legitimidad a la estrategia de
seguridad de Peña Nieto siempre y cuando no se desborde el clima de violencia
en el país tras dicha captura.
Es importante tener en cuenta que una cosa es
la aprobación del Presidente en los ciudadanos y otra la imagen que se proyecta
en el exterior. Basta revisar revistas (algunas como publicidad- Time) y
diarios internacionales que ponen al mandatario mexicano como uno de los
líderes globales (Foreign Policy) por la aprensión del narcotraficante más
poderoso del mundo (Forbes) y por las reformas estructurales que ha llevado a
cabo.
Ante este contexto, vale la pena detenerse a
observar que el problema del narcotráfico no se terminará con la captura del
líder de un cartel, sería iluso pensar tal hecho, sin duda es relevante y de gran
peso, ya que son personas que en muchas lugares tenían o tienen más poder que
el mismo Estado, pero el problema sigue siendo estructural, por lo cual es
importante plantearnos las preguntas, ¿Qué pasaría si la marihuana y otras
sustancias no fueran prohibidas o reguladas?, ¿El negocio tan redituable que
representa hoy en día tendría el mismo valor?, ¿Quiénes son los verdaderos
beneficiarios del narcotráfico?.
Actualmente en la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal se plantea la iniciativa para descriminalizar la portación de
marihuana.
Al final del día, ojalá la captura de El
Chapo sea una herramientas que además de subir puntos en la aprobación de la
administración pueda ayudar a desatar los hielos entretejidos que el
narcotráfico tiene sobre los ciudadanos, la Iniciativa Privada y los Gobiernos.
Estemos pendiente…
(Texto publicado en la Revista D'interés)