En busca del 21% de Brasil

                                                                           

El pasado 5 de octubre los brasileños tuvieron elecciones generales donde eligieron cargos de presidente, vicepresidente, gobernadores, vicegobernadores, legisladores federales, estatales y distritales. La sorpresa de la elección fue el desplome de la candidata conservadora, Marina Silva, quien hace un par de meses era percibida como la candidata que podría impedir la reelección de Dilma Rousseff.

Brasil es el país latinoamericano más grande en extensión y población, tiene más de 140 millones de personas con posibilidades de votar, 32 partidos políticos, 26 estados y un distrito federal, un sistema electoral donde el voto es obligatorio, con urnas electrónicas y donde está permitida la reelección.

Los principales candidatos de acuerdo a los resultados fueron tres, la actual presidenta Dilma Rousseff obtuvo 41.6% de los sufragios (izquierda), Aécio Neves 33.6% (centro) y Marina Silva 21% (derecha).

Aécio Neves fue el candidato que dio la sorpresa, ya que estaba en tercer lugar en las encuestas y logro desbancar a Mariana Silva, quien para muchos era la favorita de acuerdo a distintas encuestas en los meses de junio y agosto.

Uno de los hechos que marcaron las elecciones en Brasil y que sin duda le dio empuje a la campaña de Marina Silva fue la muerte de su compañero de formula, Eduardo Campos (accidente aéreo). En este sentido la tragedia en época electoral es muy rentable, basta mirar el caso de Cristina Fernández en Argentina.

En el sistema electoral de Brasil existe la segunda vuelta o ballottage, es decir, si el candidato no obtiene más del 50% de los votos, deben ir a una nueva elección los dos candidatos punteros para obtener dicha cuota de representatividad.

Brasil acaparó los reflectores en 2014 por ser sede del Mundial de Fútbol, un reto que tanto el gobierno como su población pudieron resolver a pesar de las protestas que pusieron en jaque al gobierno de Dilma Rousseff. Aunado a ello el estancamiento de la economía brasileña, los escándalos de corrupción en Petrobras y la organización del Mundial. En este sentido, existía la percepción que la reelección de la presidente podría estar en juego, debido al descenso en su aprobación.

A pesar de este contexto, la oposición no pudo concretar una estrategia para impedir que la presidenta llegara a la segunda vuelta electoral como puntera. Con candidatos débiles, propuestas refutables, estrategias endebles y falta de unidad en sus partidos, Marina Silva no pudo dibujar en los brasileños una alternativa de cambio creíble y rentable.

Los tiempos de campaña en televisión en la primera vuelta no fueron iguales para los candidatos, Silva tuvo 2 minutos, Neves 4 y Rousseff 11. Para esta segunda vuelta, tanto Rousseff como Neves tendrán el mismo tiempo para conquistar el 21% de los brasileños que votaron por Marina Silva (casi 20 millones de votos), un electorado que busca el cambio.

Una de las principales propuestas de campaña de Aécio Neves era poner al gobierno al servicio de la comunidad y los intereses de la nación, mientras que Dilma Rousseff apelaba al incremento de políticas sociales.  

Hoy tanto Dilma como Aécio tienen tres semanas intensas de campaña para generar los argumentos suficientes para que los brasileños elijan entre continuidad o cambio. El próximo 26 de octubre será la segunda vuelta, donde la actual presidenta, Dilma Rousseff, buscará su reelección. Estemos pendiente…


(Texto publicado en la Revista D'interés)

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