El segundo aire del sexenio?
Desde
hace tiempo se pensaba, se sugería y también se pedía tanto de la sociedad como
de los líderes de opinión un cambio en el gobierno del presidente Enrique Peña
Nieto. Los cambios se concretaron el pasado 27 de agosto, sin embargo, la
pregunta es si dichos cambios representan el segundo aire al sexenio?
Los
cambios fueron 10, sin embargo, hay dos que merecen atención especial. El ex Jefe
de la Oficina de Presidencia, Aurelio Nuño, se fue a la Secretaría de Educación
Pública que dirigía Emilio Chuayffet, mientras que el ex Secretario de
Relaciones Exteriores, José Antonio Meade es el nuevo Secretario de Desarrollo
Social. Dos personajes que sin duda se perfilan a la carrera presidencial de
2018.
La
sorpresa para todos fue Meade, quien ha sido el único personaje del gabinete
que ha colaborado en dos sexenios, uno panista y otro priísta. En el gobierno
calderonista fue secretario de Energía y de Hacienda, mientras que en la actual
administración ha sido de Relaciones Exteriores y ahora secretario de Desarrollo
Social.
Por
su parte, Aurelio Nuño, el tercer pilar del presidente se va a una secretaría
que tiene el enorme reto de continuar y consolidar la reforma educativa. La SEP
es un gran reto que difícilmente podrá cosechar resultados, habrá que ver que
tanto el presidente como el secretario de gobernación apoyan al titular para
posicionarse.
Los
otros reajustes quedaron de la siguiente manera: Renato Sales Heredia como
Comisionado Nacional de Seguridad, Claudia Ruiz Massieu como Secretaria de
Relaciones Exteriores, Enrique de la Madrid como Secretario de Turismo, José
Calzada como Secretario de la SAGARPA, Rosario Robles como Secretaria de
SEDATU, Rafael Pacchiano como Secretario del Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Francisco Guzmán Ortiz como Jefe de la Oficina de la Presidencia y
José Reyes Baeza como Director General del ISSSTE.
El
contexto actual obliga a realizar los cambios en la administración peñista, de
acuerdo a la encuesta del periódico Reforma publicada en el mes de julio, la
aprobación del presidente Enrique Peña Nieto había caído a su nivel más bajo en
la sociedad, es decir, 34%, mientras que en los líderes de opinión el escenario
era peor al tener sólo 15% de aprobación.
Los
eventos económicos en el mercado, la falta de transparencia y los errores de
seguridad que han acontecido en estos últimos meses han mermado la frágil
credibilidad del gobierno.
A
pesar de los cambios realizados por el presidente, queda la sensación que no existe
un relanzamiento del gobierno de Peña Nieto, ya que sus principales pilares,
quienes cargan con los principales problemas del país, seguirán en sus puestos
sin ningún cambio. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el
secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray seguirán llevando el
rumbo del país.
Ambos
pilares y secretarios de poderosas secretarías son los titulares de las
secretarías que toman las medidas para
mitigar los efectos del mercado económico así como la seguridad del país. Ambos
rubros han tenido grandes descalabros como la increíble fuga del
narcotraficante más buscado del país.
Queda
claro que los secretarios que fueron removidos no dieron los suficientes
resultados y por ende están fuera. Lo que llama la atención es que no todos los
nuevos secretarios cumplen con un perfil a fin para desempeñar las funciones
que demandan sus cargos, lo que deja claro que más que un cambio de rumbo en la
administración peñista es un simple movimiento de piezas rumbo a la sucesión de
2018.
Por
otro lado, desde hace unas semanas es evidente el cambio en la comunicación del
gobierno federal, sobre todo, la apertura en redes sociales del presidente. La
disculpa del presidente por la “sospecha” de un conflicto de intereses en la Casa
Blanca, el cambio de imagen del presidente (pintarse el cabello), las
fotografías con su esposa que desmienten problemas conyugales y el uso de Facebook
entre otras cosas han contribuido a mejorar su comunicación.
Sin
embargo, a pesar de los cambios realizados en comunicación, es importante tener
claro, que gobernar es hacer y comunicar; no basta con comunicar “bien”, es
necesario hacer que las cosas ocurran para recuperar la credibilidad, un activo
básico en todo gobierno.
Mientras
tanto en la carrera presidencial por el tricolor se perfilan Luis Videgaray,
Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones, José Antonio
Meade y uno que otro suspirante. Estemos pendiente…
(Texto publicado en la Revista D'interés)