El Ocaso de Dilma




En el 2014 Brasil fue la sede del Mundial de fútbol, un mundial que se desarrolló en medio de una crisis económica y social que vivía dicho país, sumado la polarización mediática por las elecciones donde resultó reelecta Dilma Rousseff.

Tras el evento más importante de fútbol, el mundo constató que el gigante latinoamericano, estaba más débil que nunca.  En este sentido, su economía empezó a sufrir una caída que hasta el día de hoy no se recupera, así como hizo evidente la corrupción imperante en dicha administración.

Brasil es el país más grande de América Latina, es el país con mayores posibilidades de desarrollo, sin embargo, la terquedad de conservar el poder en las mismas personas (Lula da Silva) ha debilitado la credibilidad de Dilma así como ha incrementado el poder de la oposición.

El próximo 5 de agosto serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, los cuales estarán marcados nuevamente por el caos, la protesta y la indiferencia del gobierno.

La crisis interna del gobierno ha puesto en jaque al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ya que la Cámara de Diputados aprobó su destitución, falta que el Senado haga su votación, lo que indica que también será en la misma línea.

Los cargos por los que se acusa a la presidenta es por manipular las cuentas públicas para ocultar la magnitud del déficit en 2014, precisamente cuando realizó su campaña para reelegirse.

Si llegase a pasar, la presidente tendrá que abandonar el cargo por 180 días para ser investigada, mientras toma el poder el vicepresidente Michel Temer, a quien se le atribuye el golpe en su contra.

Ante dicho “golpe de estado” han sido varios los presidentes de América Latina que han salido a respaldar a la presidenta Rousseff, entre ellos, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Raúl Castro, presidente de Cuba y Evo Morales, presidente de Bolivia. Todos ellos, identificados con la izquierda, pero, sobre todo, por querer permanecer en el gobierno de manera prolongada.

Sin duda, dicha crisis del gobierno brasileño, refleja la crisis de los gobiernos identificados como de izquierda en América Latina. Una crisis que podría ser producto de la incongruencia entre el ser y hacer de los gobiernos. 

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro declaran que los preparativos marchan de manera normal, sin embargo, es importante resaltar que dichos juegos no serán como los ocurridos en Londres en 2012 o Pekín 2008 debido al contexto social que se vive en dicho país, basta recordar lo ocurrido en 2012.

Nuevamente América Latina como la tierra donde las cosas no terminan por cuajar. Esperemos los próximos juegos olímpicos queden a la altura de otros, pero sobre todo y más allá de unos juegos olímpicos, quede claro a todo gobierno, que la rendición de cuentas hoy en día no es un asunto de poco peso.

Finalmente, Brasil enfrenta una crisis económica que no ha podido revertir, una crisis política y una crisis de transparencia - corrupción. Ante dicho escenario es difícil que el gobierno de Rousseff pueda sobrevivir. Espero este caso sirva de lección para muchos otros países que están a punto de llegar a tal escenario. Estemos pendiente…

@JJ_Echeverria

(Texto publicado en la Revista D'interés)

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