Spotización a la mexicana
Estamos a pocas semanas de las
elecciones del 5 de junio donde se elegirán a 12 gobernadores, además de
alcaldes y congresos locales en 13 entidades del país. En este sentido se
realizan estrategias de partidos y actores políticos para perfilar el escenario
político hacia 2018.
Es a través de la propaganda
política que los institutos políticos haciendo uso de sus prerrogativas para
acceder a los medios de comunicación utilizan diversas acciones para persuadir al
ciudadano. Una de las máximas en marketing político es que la percepción es
realidad.
Ante una sociedad
caracterizada por la inmediatez y las nuevas tecnologías, el humor de la sociedad
es cada vez más complejo, en gran medida por la desconfianza y decepción de los
políticos. En este sentido los políticos buscarán estrategias que les permitan
formar una percepción positiva en el electorado.
Los spots son parte de las
acciones que los partidos políticos emprenden en el ejercicio de sus
prerrogativas al acceso a los medios de comunicación, sin embargo, éstos son
sólo una herramienta de todo lo que conlleva una campaña.
Para Samuel Popkin las emociones juegan un papel
fundamental en la toma de decisiones políticas. Un
spot debe ser analizado desde 10 elementos que influyen en los electores: la imagen del candidato, la identidad con el partido, el
mensaje y las emociones, así como familia, origen, música, color, escenario y
personajes.
Los spots deben ser parte de una estrategia general, de
lo contrario se cae en un abuso y se sobresatura el electorado y la población
en general, lo cual puede llegar a ser contraproducente. Simplemente el año pasado, el bombardeo
de spots fue brutal ya que los partidos políticos tuvieron 24 millones de spots.
El único político en México
que ha logrado hacer campañas anticipadas mediáticamente durante todo el tiempo
es Andrés Manuel López Obrador. El único político que todos saben estará en la
boleta en el 2018. El único que puede estar haciendo campaña anticipada en
spots de televisión dos años antes de las elecciones.
La última participación de
Andrés Manuel fue con spots de su partido, donde mencionó que vendería el avión
presidencial. El INE bajó el spot por considerar que sólo eran una promoción
personalizada. La resolución fue la siguiente:
…“existen elementos suficientes para considerar que puede
constituir un posicionamiento personalizado indebido de un dirigente partidista
vinculado a un proceso electoral específico, considerando tanto la centralidad
del sujeto participante como el contenido del mensaje, lo que
podría resultar contrario a los fines y obligaciones de los partidos políticos,
así como del objeto central de las prerrogativas en radio y televisión.”
Sin embargo, el político
tabasqueño subió otro spot con el mismo corte. Y así seguirá el juego de subir
y bajar spots, donde lo importante es impactar. Es importante que se revisen
las reglas del juego, que se ajusten para evitar estos hechos. Nuestras reglas
actuales son tan cerradas que de ser más flexibles probablemente serían más efectivas.
Al final del día estamos
frente a una estrategia de marketing político para estas elecciones donde Morena
será un partido que dará resultados positivos de dos cifras porcentuales, sin
excluir el objetivo final que es 2018.
En México tenemos spots de 30
segundos, los cuales limitan mucho el tipo de contenido que puedes presentar. Deberíamos
valorar y poner en la mesa una nueva forma de utilizar los espacios de radio y
televisión que proporciona el estado a los partidos políticos en campaña.
Podríamos optar por otros modelos como en Chile donde se dan espacios
denominados franjas, las cuales tienen una duración mayor para difundir
propuestas. Estemos pendiente…