Rumbo a la sucesión Eruvielista



El pasado 7 de septiembre inició de manera formal el proceso electoral 2016-2017 donde se elegirá al próximo gobernador del Estado de México. En 2017 en México se celebrarán elecciones en 4 entidades del país, de las cuales 3 (Coahuila, Estado de México y Nayarit) renovarán gubernaturas.

Existe un mito entre la clase política, que dice que la elección del Estado de México es la antesala de la elección presidencial (laboratorio), esto es sólo un dicho, ya que en los hechos, no ha sucedido así. En el Estado de México el PRI ha sido el partido hegemónico, mientras que la Presidencia de la República ha tenido alternancia entre el PRI y el PAN, por tal motivo dicho mito es refutado.

Lo que si es importante contemplar es que de acuerdo al contexto en el cual nos encontramos hoy en día, el perder la gubernatura del Estado de México para el PRI, sería percibido como el descalabro electoral más importante para el presidente Peña Nieto en vísperas de la elección presidencial. El peso electoral del Estado de México representa 10.6 millones de electores en su lista nominal (al 31 de mayo de 2016).

Ante este hecho, la competencia rumbo a la sucesión eruvielista será una de las más interesantes del próximo año. Sólo por empezar tenemos 5 factores a considerar en este proceso electoral.

El primero tiene que ver con el posicionamiento del PRI. Para ello es importante tener en cuenta la aprobación del presidente Enrique Peña Nieto (23% El Universal), así como la del gobernador (56% El Financiero) quien es un suspirante al 2018. A ello se debe sumar la designación del candidato que forzosamente tendrá que ser de “unidad”. Entre los suspirantes que han alzado la mano se encuentra Alfredo del Mazo, José Manzur, Carlos Iriarte, Luis Videgaray, Ana Lilia Herrera, Carolina Monroy,  Luis Miranda, por decir algunos. El objetivo es claro, contener y disminuir el voto antipri.

El segundo factor es la posible alianza PAN-PRD. De acuerdo a la encuesta de El Financiero (agosto 2016) dicha alianza tendría un 38% frente a un 32% del PRI. A estos números debemos considerar el factor Josefina Vázquez Mota, la ex candidata presidencial de 2012, quien podría tener mayor posibilidades. Recientemente se ha dado a conocer una investigación donde se muestra que la organización “Juntos Podemos” recibe financiamiento federal, en contraste Josefina declaró que no recibía ningún tipo de recurso público.

La candidatura de Vázquez Mota es cada vez menos segura, probablemente la ex candidata presidencial pueda o ya haya renegociado los acuerdos con grupos políticos que no necesariamente pueden ser de su partido.

El tercer factor es Morena, quien de acuerdo a la misma encuesta de El Financiero tiene 26% de intención de voto frente al PRI y la alianza PAN-PRD. No subestimemos el factor AMLO, quien sin duda dará un salto significativo a la elección de 2017. Lo interesante será ver para quien realizará el trabajo sucio, porque es un hecho que su objetivo no es ganar el Estado de México.

El cuarto factor es la seguridad y los homicidios en el Estado de México. Para ningún mexiquense resulta extraño hablar de inseguridad así como de feminicidios. Por otro lado, recientemente GCE sacó el estudio “Las Ciudades más habitables de México” donde Ecatepec resultó la segunda ciudad peor evaluada, una ciudad que es cuna del gobernador actual, Eruviel Ávila.

El quinto factor y no menos importante es el humor social de los mexiquenses, el hartazgo de la sociedad hacia la política es el reflejo del desgaste de años de las mismas promesas y mismos actores. Recientemente NODO realizó un estudio sobre el humor social en todo el país y el humor social es de enojo y enfado en todo el país. Esto debe ser tomado muy enserio ya que el poder de la sociedad bajo estos síntomas puede ser decisivo para cualquier partido o candidato, sobre todo en los jóvenes.

En caso de no tener a Josefina Vázquez Mota en la alianza PAN-PRD, las posibilidades de ganar del PRI suben considerablemente. El mejor escenario para el PRI en el Estado de México es una elección de tres sin la ex candidata presidencial. Aún nada está dicho.


Resulta necesario buscar nuevas formas de comunicar, pero sobre todo nuevas formas de actuar de la clase política. Hoy no basta con comunicar, hoy se requiere mover y convencer y eso solo se logra si y sólo si hay congruencia entre lo que se dice y hace. El mayor reto es recuperar la confianza del ciudadano con hechos y procurar la tierra, que será la arena donde se ganará la elección. Estemos pendiente.

Publicado en la Revista D'interés

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