Maratón capitalino rumbo al 18
El
próximo año habrá elección para elegir al próximo Presidente de la República,
pero también para elegir a 8 gobernadores así como al Jefe de Gobierno de la
Ciudad de México. Sin duda la capital del país es de suma importancia para
cualquier partido y candidato bajo la ecuación presidencial, ya
que dicha entidad es la segunda de mayor peso electoral en México.
Antes
del surgimiento de Morena, la CDMX era considerada el principal bastión del
perredismo desde 1997. Los resultados en sus elecciones son un ejemplo de ello:
Cuauhtémoc Cárdenas ganó con 48.1% de los sufragios, López Obrador con el
37.7%, Marcelo Ebrard con 46.3% y Miguel Ángel Mancera con 63.5%.
Después
de 20 años en el poder, el PRD sufre su peor momento como partido en la
capital mexicana, atraviesa un desgaste interno (división de corrientes, falta de
liderazgos, desbandada) y externo (desgaste en el gobierno, clientelismo, alianzas)
que ponen en serios problemas su permanencia en la ciudad.
De acuerdo
a la última encuesta del diario Reforma (julio 2017),
Morena tiene el 34% de las preferencias en la capital mexicana, el PRD 17%, un posible candidato independiente 16%, el PAN 14% y el PRI 8%. En otras palabras, el PRD
está agonizando a menos que logre una alianza con otros partidos como el PAN o
de izquierda, lo cual se ven muy complicado y poco probable.
Mientras
tanto en Morena, donde prácticamente ya se ven sentados en las oficinas del
centro histórico, definieron que el método para la designación del candidato
será a través de una encuesta a la población abierta, la cual se llevará a cabo
el domingo 3 de septiembre.
En
la terna se encuentran cuatro políticos cercanos a López Obrador, los cuales
libran un maratón de promoción por sumar puntos. En este sentido y de acuerdo
a la encuesta de Reforma, Ricardo Monreal obtiene el 15% de la intención de voto, Mario Delgado el 14%,
Claudia Sheimbaum el 12% y Martí Batres el 11%.
Como
parte de la campaña los 4 suspirantes de Morena han acudido a debates
y entrevistas a medios donde han podido mostrar sus puntos de vista, unos más
colmilludos que otros, con pocas diferencias y muchas adoraciones a su jefe
político, López Obrador (saben dónde está la clave).
De
los cuatro perfiles, el de Claudia Sheimbaum resulta más atractivo por ser
estructurada, coherente y no parecer política (a pesar de ser actualmente Jefa
Delegacional de Tlalpan). Su imagen de científica contrasta con el resto de los
candidatos, quienes son ubicados como políticos tradicionales al usar los
mismos códigos. Basta observar los temas de campaña, Delgado apela a la seguridad, Batres y Sheimbaum a la
innovación y Monreal a la movilización; la "honestidad" su bandera.
De
los cuatro candidatos, Ricardo Monreal y Claudia Sheimbaum son los que tienen
mayor grado académico, son doctores en derecho e ingeniería energética
respectivamente. En cuanto a experiencia gobernando, Monreal posee mayor
experiencia, ya que ha sido Gobernador de Zacatecas, Diputado Federal, Senador
y actualmente Jefe Delegacional de la Cuauhtémoc.
Una
de las pocas diferencias en los debates entre Sheimbaum y Monreal es la alianza
con el PRD, donde Claudia está en contra de dicha alianza mientras que Ricardo
ve con buenos ojos esa posibilidad. Al final, una alianza PRD-PAN es más
probable que una PRD-Morena.
En
una campaña política percepción es realidad, y en este sentido, mostrar
fortaleza en esta contienda interna es de suma importancia. Hace unos días los
suspirantes tuvieron eventos en la CDMX para demostrar poder de movilización,
es decir “músculo político” y fue Monreal quien logró destacar de los demás.
Ojo, los eventos ayudan a generar percepción, no necesariamente representan
votos.
Si
bien los cuatro políticos gozan de la simpatía de López Obrador,
solo uno podrá asegurar ganar la elección y darle el mayor porcentaje de votos a
López Obrador para la presidencia. La pregunta es, ¿Desde dónde sirven más a AMLO? y es ahí donde cada uno es diferente.
Por
ello la elección del candidato pasará por la aprobación de López Obrador,
independientemente del resultado de la encuesta (la cual realizará el propio
partido). Hay muchas cosas en juego y una decisión política no solo puede darse
con una encuesta, son muchos los factores que configurarán las elecciones del
próximo año.
(Texto publicado en la Revista D'interés)