La cuarta campaña permanente
Este primero de diciembre inicia de manera formal una nueva
administración federal a cargo de un partido nuevo en apariencia, dejando atrás
la era peñista - priista.
Si hoy hacemos un recuento de los líderes políticos de los
últimos años, sin duda, Andrés Manuel es el más relevante de los últimos años,
no hay otro político con tal capital social y político hoy en día. En este
sentido, López Obrador desde el 2000 no ha parado de hacer campaña ningún año,
su campaña ha sido permanente, sabe de qué se trata y qué necesita una campaña.
Por eso, desde que ganó la presidencia no ha dejado de hacer
campaña, su cuarta campaña que empezó con su gira de agradecimiento y
seguramente cuando llegué a la silla presidencial destinará parte de su agenda
a recorrer el país. Es el único candidato presidencial que ha recorrido todos
los municipios del país. Parece que nos espera un presidente con cáscara de
candidato por cuarta vez e interior de político antiguo.
López Obrador se ha convertido en el presidente todo
poderoso, como ninguno anteriormente. Uno de sus logros comunicacionales es que
sabe marcar agenda. Su estrategia consiste en tomar como aval a la sociedad
para legitimar su toma de decisiones, aunque la negociación con las esferas de
poder la realiza de manera discrecional y bajo negociaciones que no son
públicas.
Por su parte Morena, como partido en el poder y con mayoría,
ha mandado iniciativas a los congresos para mantener las promesas de campaña de
López Obrador. No perdamos de vista que el futuro presidente de México más que
un presidente es un candidato permanente que dice y hace lo que el pueblo
quiere escuchar, él solo “obedece” porque “el pueblo nunca se equivoca”.
Es muy delicado y riesgoso tomar decisiones de gobierno con
una consulta popular como la que se realizó para el aeropuerto, sin embargo,
como estrategia funciona, ya que para la sociedad es la primera vez que es
tomada en cuenta.
De sus promesas de campaña destacan la cancelación del Nuevo
Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, la disminución del sueldo del
presidente, la eliminación de la pensión de ex presidentes, la disminución del
presupuesto de los partidos políticos, becas a estudiantes y duplicar las
pensiones a adultos mayores. Aún falta el tema de la venta del avión
presidencial.
Reducir 50% el presupuesto a los partidos políticos es bien
visto para la población en general (ahorro aproximado de 2,356 mdp), a quienes
ven con poca credibilidad, sin embargo, el tema de fondo consiste en hacer más
débil la poca oposición política que existe actualmente en el país.
Todas las promesas de campaña son populares para la mayoría
de los sectores de la sociedad, sin embargo, para los más críticos el método es
el tema a discutir, sobre todo si se resuelve con herramientas que carecen de
rigor y veracidad. Morena nunca se ha caracterizado por utilizar métodos democráticos
creíbles, todas sus decisiones han sido cuestionadas, por ejemplo la
designación de candidaturas por encuestas a modo.
Muchos son los cambios que se prevén en todo el país, por
ejemplo en los gobiernos estatales estarán los poderosos delegados obradoristas
que pondrán en jaque a muchos gobernadores, cuyo objetivo es prepararan el camino
para las elecciones de 2021. Hoy aún no sale el valiente o valientes que puedan
llevar la bandera de oposición para lograr ser un contrapeso real.
Aunado a esto, está el escenario internacional con recientes
procesos electorales, donde por un lado, tenemos al candidato de extrema
derecha en el país más grande de América Latina, Brasil. Y por el otro, tenemos
las elecciones intermedias en Estados Unidos de América, donde afortunadamente
la Cámara de Representantes quedó con mayoría demócrata (51), aunque el Senado
conservo la mayoría republicana (222). Ante este escenario el tema migratorio seguirá
siendo el tema de Trump con México.
Finalmente, la clave está en saber qué rol se juega, no es
lo mismo ser candidato y presidente, los roles de buenos y malos cambian, hoy
aún no están claros para todos. Para gobernar es necesario comunicar, no se
puede comunicar sin gobernar y menos en un país como México, tan complejo con
grandes problemas económicos, de seguridad y corrupción.
Ojalá López Obrador pueda aprovechar el escenario que tiene
y marcar un cambio real para bien, ojalá el pueblo sea tan grande para hacer
ciudadanía, ojalá los partidos, las organizaciones y toda la clase política esté
informada y actué con conciencia y responsabilidad. Lo necesitaremos. Estemos
pendiente…
Texto publicado en la Revista D'interés