LAS FORMAS EN POLÍTICA



En un mundo globalizado como el que tenemos donde el tiempo y el espacio ya no son impedimento para comunicar, las formas cobran mayor relevancia ya que instantes se convierten en detonadores de una crisis o un éxito. En política las formas importan igual o más que el contenido.
Hace unos días se llevó a cabo el Funeral de Estado del ex presidente republicano GeorgeBush donde se dieron cita el presidente Donald Trump, los expresidentes BarakObama, Bill Clinton, Jimmy Carters y por supuesto su hijo George W Bush.
Un expresidente (1989-1993) que estuvo en la transición posterior a la Guerra Fría y también llevó a cabo la Guerra del Golfo, un expresidente que públicamente dijo en 2016 que no había votado por el entonces candidato republicano Trump.
Pocos son los eventos donde se pueden ver reunidos a todos los ex presidentes vivos del vecino país. Llamó la atención la actitud de George W Bush cuando en el servicio religioso de su papá saluda a Michel Obama y le entrega un dulce de manera discreta. Un detalle que ha sido un distintivo en su relación y de la cual los medios dan nota.
En contraste, la actuación hostil del presidente Donald Trump con Bill y Hillary Clinton, no se saludaron, recordemos que Hillary Clinton fue su adversaria en la campaña presidencial. Al final del día la campaña en 2016 terminó pero continúo su enemistad.
Tras las elecciones intermedias del pasado 6 de noviembre donde se renovaron gobernadores, la cámara de representantes y el senado, el país quedó aún más dividido y polarizado, lo que aumentó la tensión entre demócratas y republicanos.
En el caso mexicano, también el poder tiene sus formas y lo vimos recientemente en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador donde tanto el evento en la cámara de diputados, palacio nacional así como en el zócalo estuvieron cargados de símbolos.
El bastón de mando de los pueblos indígenas en el zócalo capitalino, la recepción de líderes políticos en Palacio Nacional (Nicolás Maduro, Ivanka Trump), así como la banda presidencial en San Lázaro son ejemplos de símbolos que fortalecen la extinta imagen presidencial. En otras palabras, regresó el tlatoani que se tenía en otras décadas.
Ante esta percepción se debe tener cuidado ya que las expectativas son muy altas y si no se comunica de manera eficaz y estratégica, la decepción puede ser contraproducente para el presidente. Para tranquilidad de López Obrador, el poder que tiene le permite maniobrar y hasta arriesgar.
Son muchas las formas que el poder usa para comunicar y llenar de significado para que trasciendan en el tiempo. En política las formas son parte de estrategias que contribuyen a crear percepciones que se convierten en verdades para la mayoría de las personas.
Tanto en Estados Unidos como en México el poder no es para siempre, tiene caducidad, no tiene espacios vacíos y debe transformarse para perdurar, de lo contrario se corre el riesgo de perderlo en el mejor de los casos.
Finalmente, que este próximo año este cargado de simbolismo y más hechos, pero sobre todo que nos permita devolver la credibilidad en nosotros mismos para poder estar más conscientes. Estemos pendiente…
¡Felices fiestas!.
Texto publicado en Revista D'interés

Entradas populares de este blog

Primera Llamada

Escenarios 2018: Las Alianzas PRI

"Rasuraditas" generan votos